La siguiente historia es un matrimonio de tres.

Cuando empecé con las fotos de los preparativos de Juli ella me dijo: “Diana, mi hija también es protagonista hoy”, y así lo sentí durante todo el día, incluso durante los votos en la ceremonia, María del Mar (así se llama la hija de la novia) también hizo los suyos y lograron sacarnos lágrimas a TODOS! (No saben cuanta fuerza hago en los matrimonios para no llorar, porque es bien difícil tomar fotos con los ojos aguados jajaja)

De las cosas más especiales de este matrimonio fueron los votos de ellos tres, se ve que fueron pensados con mucho tiempo y escritos con amor, los votos de la novia con una carga feminista que amé:”No quiero construir contigo un amor romántico como se lo inventaron los libros y las canciones, uno de esos en el que el uno es indispensable para el otro. Yo te amo libre, sin sacrificios ni dependencias, sin necesidad de aprobaciones”.

Hay una falsa creencia sobre todo entre las personas que aún no han leído o no se han documentado sobre feminismo que piensan que las mujeres feministas odian o rechazan a los hombres!.. NO!. Las mujeres feministas también se casan vestidas de princesas o como se les antoje y aman a su pareja desde el corazón y la razón.

Aquí va la historia:

“Mami y Guito:
Quiero que sepan que me siento muy amada cada día que vivimos juntos, nuestra familia es divertida y pasamos felices juntos.
Hoy es su matrimonio pero para mí es un día muy importante también. Al principio, cuando yo era chiquita, mi mamá y yo éramos un equipo unido y fuerte y al tiempo, cuando todavía estaba muy pequeña, se nos unió una persona más, y ese eres tú, Drago.
Por eso, hoy quiero hablarte especialmente a ti:
Desde que tengo recuerdos estás tú… cuidándome, queriéndome, enseñándome, haciendo esfuerzos para que los tres estemos bien. Y te quiero agradecer por abrirme un espacio en tu vida para que yo entrara, también por regalarme una familia de la que nunca me quiero separar, mis abuelos del corazón Tita y Fer, Juli, Alejo y Sofi, mi primita hermosa.
Contigo aprendí a pronunciar la R, a montar en bici, dejé de chupar dedo, aprendí a leer y a escribir; se me cayeron mis primeros dientes, me gradué de prescolar… Es que has estado ahí en los momentos más importantes e inolvidables de mi vida.
Por favor nunca sueltes mi manito, tú no te imaginas el orgullo y la felicidad que me da saber que tú eres mi papá, me encanta parecerme tanto a ti.
Nosotros somos una familia desde hace mucho, yo lo siento así desde que cogíamos moritas en la finca de El Carmen y desde que lloraba los fines de semana porque no me quería ir de tu casa.
Hoy es la formalización del compromiso y del equipo que tenemos los tres para seguir caminando como ustedes me han enseñado: libres, solidarios, con empatía por los demás y amándonos mucho, cada día más, en los buenos y en los malos momentos.
Los amo, mami y guito.”

“Te escribo esto mirando el mar como un homenaje a nuestro amor, honrando la grandeza, y lo infinito de lo que siento por ti. Ese sentimiento al que se le quedan cortos los adjetivos y los verbos, pero que hoy intentaré hacerte entender.

Trato de encontrar las palabras que logren describir con exactitud lo que tú significas para mí, mi compromiso contigo, con tu vida y con nosotros… y se me vienen a la mente palabras como certeza, fuerza, entrega, libertad y lealtad. Palabras que nuestro amor ha resignificado en mi vida.

Nunca imaginé que íbamos a estar aquí, parados frente a la gente que queremos, prometiéndonos una vida entera juntos. Me acuerdo cuando éramos amigos, los momentos de complicidad que pasábamos en medio del estrés, escuchando Silvio Rodríguez, hablando de fútbol, de las barras… estar contigo era paz en medio del caos en el que vivíamos. Esa paz sigue acompañándome, porque estar contigo hoy… llegar a la casa y saber que estás, mirarte antes de dormirme, mirarte cuando me despierto, es más de lo que algún día pude imaginarme.

Hoy comenzamos el resto de nuestra vida, y yo prometo escogerte a ti todos los días. En cada momento. En nuestros encuentros y sobre todo en nuestros desencuentros. Te prometo un amor valiente, como el que sé que sentimos y que hemos vivido desde el principio. Enfrentando el miedo, la duda… la vida.

No quiero construir contigo un amor romántico como se lo inventaron los libros y las canciones, uno de esos en el que el uno es indispensable para el otro. Yo te amo libre, sin sacrificios ni dependencias, sin necesidad de aprobaciones. Siento que nuestro amor es poderoso, capaz de superar todo lo que la vida nos ponga, y aunque puedo vivir sin ti, no quiero hacerlo.
Estar contigo me hace sentir segura, me hace y nos hace fuertes, me dan muchas ganas de vivir la vida. Amo tus luchas individuales y tus sueños que no siempre serán mis sueños, pero ahí estaré, con mis sueños que serán míos, pero que acompañarán los tuyos. Te elijo a ti, Esteban Mesa García, para construir todos los días nuestra vida juntos, desde lo que nos une y nos diferencia. No es una promesa de amor eterno, es un compromiso sincero y desde el alma para trabajar día tras día por los dos, por tu felicidad y la mía, porque este amor crezca siempre, por nuestra familia, por nuestra Mar y por los que vengan.

Desde hace siete años camino por la vida con una niña encantadora y noble. Tan serena y tan poderosa como el Mar; y hablo de ella porque no es sólo mía, tu decidiste que fuera tuya también en un acto que sólo los corazones grandes y valientes se atreven a hacer. Gracias Esteban por darnos esta familia, por amar tanto a María del Mar, por demostrarnos a nosotras y al mundo que la sangre y la genética son una coincidencia, porque nuestra unión sobrepasa lo físico. Yo no tengo cómo agradecerte ese gesto de amor genuino con el que con orgullo llevas el nombre de papá cada día.
Te amo.

Vivir contigo es mirar de frente a un mundo libre y justo, de realidades transformadas, estoy segura de que coincidir juntos, bajo este cielo y amarnos es mi más hermosa revolución.
¡Qué vuelen siempre las mariposas amarillas a nuestro alrededor! Esas, que sólo aparecieron en los asomos de amor verdadero entre Meme y Mauricio Babilonia.”

“Nos tocó nacer y crecer en un país donde la realidad nos golpea todos los días con dosis amargas de crueldad y de dolor. Ese mundo hostil y agresivo nos va empujando lentamente a la desesperanza y muchas veces a la soledad.

Así empezó esta historia, por lo menos para mi.

Yo, rodeado toda mi vida de amor y de oportunidades, aprendí a valorar con los años la importancia de la amistad, del amor y del trabajo en equipo. Si me preguntaran, solo una cosa importa realmente: la familia. Y por eso estamos aquí, porque decidimos ser una familia, nada más y nada menos.

A veces en la vida hay que parar. Observar, ser consciente, entender, absorber lo que uno ha vivido. Es en ese momento cuando se avanza, se crece.

Paro, observo y entiendo lo afortunado que soy de que nos hayamos encontrado. Necesitaba esa complicidad, esa conexión, esa compañía. Necesitaba sentido y foco, me había desviado de lo importante.

Ahora entiendo mucho de lo que me ha pasado. Errores y aciertos de los que he aprendido. Me siento preparado para vivir a pleno lo que se viene y para valorarte a ti y a María en toda la magnitud de lo que son y de lo que me hacen sentir… y vivir.

La soledad de la que hablaba al inicio, esa falta de conexiones, empezó a desvanecerse. Entre chistes y tareas, entre responsabilidades agobiantes y viajes por Antioquia, algo cambió, todo cambió.

Y la historia continuó.

Te miro y entiendo perfectamente lo que estamos haciendo aquí. No hay dudas, no hay temores.

Siempre soñé con una mujer fuerte, valiente, independiente, inteligente, sensible. Por supuesto que me atrae tu belleza, puedo quedarme mirándote por horas, pero no es solo eso. Puedo cerrar los ojos y ver tus gestos, tus movimientos de las manos, tus miradas, tu ternura involuntaria, tu risa, tu rabia, tu sueño. Pero no es solo eso.

Me enamoran tus detalles, tu fortaleza ante la adversidad, tu deseo constante de ser mejor; mejor persona, mejor mamá, mejor compañera. Me emociona, y envidio, esa capacidad de creer que el mundo puede ser mejor. Verte ayudar a alguien me renueva la fe en la humanidad.

Te lo he dicho, me enamora tu espíritu libre y rebelde.

Me enamora, también, tu forma de amar. Nos cuidas, nos formas, nos impulsas, nos acompañas, nos motivas. Pero a la vez, en medio de la complejidad que significa estar vivo, permites que te vea vulnerable, sensible, con sueños y con miedos, con cicatrices. Y entonces dejas que te cuide, que te impulse, que te acompañe, que te motive.

Amas sin máscaras, sin límites.

También miro a tu lado y veo a María, tal vez el amor más noble que he sentido y sin duda, junto a ti, el regalo más grande que me dio la vida. María, me comprometo a acompañarte y a esforzarme porque tengas todas las oportunidades de alcanzar tus sueños. Mi mayor deseo es que seas una mujer libre y feliz.

No me imagino la vida sin ustedes. Son mi foco, mi sueño realizado.

Juli, te repito lo que te dije cuando te pedí dar este paso: quiero envejecer contigo y que llegado el momento podamos mirar hacia atrás orgullosos del camino recorrido y que dejemos al mundo personas llenas de valores, defensores de la libertad, orgullosos de su familia.

Vendrán retos y dificultades, no me asusta. Te prometo lealtad y respeto. Te prometo intentar buscar siempre soluciones, ponerme en tu lugar. Te prometo intentar ser mejor
esposo y mejor papá.

Te prometo todo mi amor hoy y siempre.”

VENDOR CREDITS:

Photographer: @DZULETAWP
WP: @licacreativa
MUA: @alejauribemakeup
Venue: @zonaellanogrande
Música: @uhlalamusicafrancesa